'Si eres cristiano y sigues creyendo en tu religión del mismo modo que cuando eras un niño, cierra de inmediato este portafolio...' Así describe inicialmente el autor, Benigno Morilla, el hilo argumental de su novela. Aunque a priori pueda parecer un ataque indiscriminado hacia la religión cristiana, como ocurre en muchas otras novelas de actualidad, no es exactamente el caso.
En el Pergamino Negro, el autor trata de explicarnos una ley universal muy profundamente oculta en todas las religiones del mundo y que muchas veces ciegan a muchas personas; Todas las religiones son en su interior la misma cosa y hablan a cerca de lo mismo, 'La Antigua Gran Leyenda'.
La novela transcurre en el Toledo del XVI, cuando la corte se traslada a Madrid y la Inquisición campa a sus anchas por toda España. El escenario principal es una prisión (monasterio) dominica donde un condenado, por hablar más de la cuenta, nos relata, por orden del inquisidor, una maravillosa historia que le han contado en su larga estancia en las mazmorras. La historia enlaza desde las observaciones astronómicas más básicas de los habitantes de las cavernas a los relatos de los Evangelistas, pasando por los puntos más emblemáticos del Antiguo Testamento y por los Mitos y Leyendas de las Antiguas Civilizaciones, para llegar a una conclusión fundamental: Todas ellas hablan de lo mismo.
Un libro entretenido, bien escrito y se nota que documentado, donde la historia puede ser totalmente verosímil, sin la necesidad de acudir a argumentos irrisorios y sin sentido. En definitiva un libro para anotar y un escritor para indagar (en su obra, por supuesto).
Y es que como nos diría Montemayor: La verdad está escrita en la bóveda celeste, como si de un pergamino negro se tratase.
En el Pergamino Negro, el autor trata de explicarnos una ley universal muy profundamente oculta en todas las religiones del mundo y que muchas veces ciegan a muchas personas; Todas las religiones son en su interior la misma cosa y hablan a cerca de lo mismo, 'La Antigua Gran Leyenda'.
La novela transcurre en el Toledo del XVI, cuando la corte se traslada a Madrid y la Inquisición campa a sus anchas por toda España. El escenario principal es una prisión (monasterio) dominica donde un condenado, por hablar más de la cuenta, nos relata, por orden del inquisidor, una maravillosa historia que le han contado en su larga estancia en las mazmorras. La historia enlaza desde las observaciones astronómicas más básicas de los habitantes de las cavernas a los relatos de los Evangelistas, pasando por los puntos más emblemáticos del Antiguo Testamento y por los Mitos y Leyendas de las Antiguas Civilizaciones, para llegar a una conclusión fundamental: Todas ellas hablan de lo mismo.
Un libro entretenido, bien escrito y se nota que documentado, donde la historia puede ser totalmente verosímil, sin la necesidad de acudir a argumentos irrisorios y sin sentido. En definitiva un libro para anotar y un escritor para indagar (en su obra, por supuesto).
Y es que como nos diría Montemayor: La verdad está escrita en la bóveda celeste, como si de un pergamino negro se tratase.