Baraja Española

Hoy vamos a hablar un poco sobre la baraja española. Y es que, si te pones a pensar un poco, hasta la mayor nimiedad que nos rodea tiene alguna curiosidad que ni nos planteamos. Bueno, no nos planteamos hasta que llega alguien que se lo plantea y nuestro amigo Google nos echa un cable.

La llamada baraja española consiste en un mazo de 48 naipes o cartas, clasificados en cuatro palos y numerados del 1 al 12. Ciertos mazos incluyen además 2 comodines. Las figuras de la baraja española correspondientes a los números 10, 11 y 12, y se llaman "sota", "caballo" y "rey" respectivamente. Hasta ahí todo claro, pero mis dudas han ido por otros derroteros.

Las preguntas que me he planteado serían; ¿Por qué los cuatro palos?, ¿por qué las figuras y sus nombres?, y finalmente ¿que es pintar una carta?

Vayamos por partes:

Lo primero de todo hace referencia a una de las grafías que más desapercibidas pasan en la baraja española, y esa es el cuadro que bordea el naipe. A dicho cuadro, y en concreto a las discontinuidades que posee en la parte superior e inferior del naipe, se le denomina "pinta", y es específico de cada uno de los palos de la baraja. En concreto, los oros no tienen pintas; las copas tienen una; las espadas dos; y por último los bastos que poseen tres pintas. Este recurso, junto a la escritura del correspondiente ordinal en la esquina superior izquierda (e inferior derecha) hacen que el jugador no necesite extender las cartas que tiene en la mano para saber cuáles son, ya que con sólo separarlas un poco conoce a qué palo pertenecen y qué figura o carta numeral es cada una. Esta señal, que como ya hemos dicho se llama "la pinta" ha dejado en nuestro lenguaje la expresión: "le conocí por la pinta", indicando a que por solo un detalle (la apariencia o la pinta) se puede conocer a alguien (como al naipe).

Por otro lado, se puede observar que con la adopción de las pintas los palos de la baraja se ordenan del modo siguiente: oros, copas, espadas y bastos. Esa ordenación se corresponde con la importancia de los distintos palos y es consecuente con el significado que representan. Y es que los cuatro palos de la baraja española (de invención medieval) corresponden a los cuatro estamentos principales en los que se dividíoa la sociedad feudal. El primer palo de todos por orden de importancia, el oro, es la representación de la monarquía (el máximo poder económico y legal). Después tenemos las copas (un cáliz) que representa a la Iglesia (poder moral). En tercer lugar aparece la nobleza, representada por las espadas (fuerza militar) y finalmente aparece el pueblo, los bastos (herramientas de trabajo del pueblo llano), carentes de poder alguno.

Por último, respecto a las figuras de la baraja, las tres "mayores", tenemos la sota, el caballo y el rey. Estas figuras representarían la jerarquía militar (una de las más importantes en el mundo medieval). El rey se representa mediante la figura de un rey coronado que está de pie. Generalmente se trata de hombres mayores, barbados, aunque los reyes de copas y oros suelen parecer más jóvenes (los más poderosos). Normalmente el rey de copas tiene un cetro (alto cargo de Iglesia). Por otro lado sólo el rey de bastos está orientado hacia la derecha, diferenciando su rango al de la nobleza, Iglesia y monarquía. En la figura del jinete montado sobre un caballo también se observa ese dimorfismo geométrico de manera que los caballos de copas y oros suelen mirar hacia la izquierda, mientras que los de bastos y espadas lo hacen hacia la derecha (hay que diferenciar las clases). Por último nos queda la sota. El término sota, en algunos oficios, denota el subalterno inmediato o sustituto (sotaministro, sotamontero). Viene del latín "subtus", debajo. Es decir, se trata de un súbdito, un lacayo. Hay quien añade que es “el alcahuete del caballero o príncipe", y tal vez por eso se le degradó con el tiempo hasta la categoría de mujer, o de hombre de masculinidad dudosa.