Trás Ángeles y Demonios (2000) y El Código Da Vinci (2003), Dan Brown vuelve a la escena literaria con El Símbolo Perdido (2009) a través de su famoso profesor de simbología: Robert Langdon.
En esta ocasión el hilo principal de la historia será la masonería, su estratificación en los 33 grados de la orden, y la sabiduría oculta y celosamente guardada en sus círculos más internos y el ansia de poder (al menos intelectual).
En esta ocasión el hilo principal de la historia será la masonería, su estratificación en los 33 grados de la orden, y la sabiduría oculta y celosamente guardada en sus círculos más internos y el ansia de poder (al menos intelectual).
Se trata de una entretenida novela, dividida en una elevada cantidad de capítulos cortitos entre los que se va montando una historia, inicialmente desordenada que va cobrando sentido e introduciendo intriga y misterio a medida que avanzas en su lectura. De nuevo nos encontramos con los criptogramas y acertijos que a través de una variada simbología van permitiendo a Langdon, al igual que en la segunda novela, ir avanzando en su investigación (a contrarreloj) y desentrañar uno de los más sagrados secretos ocultos de la masonería.
La novela se encuentra, además, agradablemente decorada con curiosidades científicas, técnicas e históricas que convierten el libro en un interesante mundo de lectura en el que no te aburres muy a menudo y te apetece leer.
Definitivamente, y aunque hay que reconocer que D.Brown logró el éxito gracias a la controversia y la polémica con la iglesia por sus escritos en la anterior novela, se trata de una novela entretenida y animada con un final poco inesperado, en el que nos descubre y aclara un poco más el misterioso mundo de la masonería.
La novela se encuentra, además, agradablemente decorada con curiosidades científicas, técnicas e históricas que convierten el libro en un interesante mundo de lectura en el que no te aburres muy a menudo y te apetece leer.
Definitivamente, y aunque hay que reconocer que D.Brown logró el éxito gracias a la controversia y la polémica con la iglesia por sus escritos en la anterior novela, se trata de una novela entretenida y animada con un final poco inesperado, en el que nos descubre y aclara un poco más el misterioso mundo de la masonería.
Si te gustó el Código Da Vinci te gustará El Símbolo Perdido. Es más, quizás sea mejor.
1 comentarios:
Y si el código no me dijo mucho que hago ¿lo leo o no?
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