Pantalones Vaqueros

Hoy en día todo el mundo usa vaqueros y es una prenda más que habitual y común en nuestros fondos de armario, aunque no siempre fue así. El origen de tal prenda se debe a un joven sastre judío de nombre Levi Strauss, que fue contratado en San Francisco (1846) por una compañía minera para la elaboración de ropa laboral para sus trabajadores. Los requisitos de la prenda a elaborar eran un reducido coste, la utilidad de la misma y una dureza tal que fuese capaz de soportar los trabajos en minas.

Inicialmente, nuestro sastre, elaboraba las prendas con la tela de las velas los barcos que ya no eran necesarias debido a la aparición de los barcos a vapor. La prenda tuvo bastante aceptación y pronto se agotaron dichas velas. Fue entonces cuando Levi recurrió a otro tejido, ya existente en el mercado desde mucho tiempo antes pero que no se utilizaba para pantalones, dicho tejido era una fibra azul denominada "fustán genovés" elaborada originariamente en el puerto de Génova para la producción de enaguas, principalmente. El fustán era pues un tejido de algodón así denominado por su procedencia de la ciudad egipcia de Al-Fustat.

El tejido llegaba de Inglaterra procedente de Francia donde era conocido como "Gene" por su procedencia genovesa (Génova en Francés: Gênes). Esta palabra francesa derivó en inglés en "jene" y posteriormente en el definitivo "Jean".

Cuando Levi empezó a fabricar sus pantalones, lógicamente los llamó blue jeans por el color y tipo de tejido utilizado. Esta prenda de carácter laboral, se extendió también al mundo de la agricultura y ganadería (de ahí su terminología española de "Vaqueros") y se empezó a usar de manera común en los años 50 cuando en EE.UU. los jóvenes empezaron a ponerse vaqueros como forma sutil de protesta contra el conformismo.

El hecho se consideró una provocación; por ejemplo en algunos cines no se permitía entrar al que llevase vaqueros. En la década de los 60, los vaqueros ganaron aceptación y para la década de los 70 se habían convertido en un artículo corriente. Las modas han ido imponiendo diversos cortes de pantalón, con la cintura más o menos alta, con las perneras ajustadas, rectas o acampanadas. Otras tendencias han afectado al grado de decoloración del pantalón e incluso a su integridad: los pantalones rotos o hechos jirones han estado de moda y vuelven a estarlo.

Como curiosidad final el 10 de febrero de 1999 la Corte Suprema de Apelación Italiana en Roma absolvió a un reo de violación, argumentando que los pantalones vaqueros no se pueden quitar sin consentimiento del que los lleva, por suerte poco después, la Corte Suprema de Casación revocó la sentencia anterior, condenando al reo y estableciendo que llevar vaqueros no excluye una violación.